
El streamer Kelton, de nacionalidad española, causó gran indignación en redes sociales tras protagonizar una serie de actitudes polémicas mientras viajaba por Japón junto a sus amigos.
Su plan consistía en recorrer el país del sol naciente en 30 días con tan solo 100 euros, un desafío que pronto se transformó en una seguidilla de actos arriesgados y faltas de respeto a las normas de convivencia japonesas, acumulando críticas tanto en plataformas locales como internacionales.
Lo que comenzó como un viaje de “supervivencia” rápidamente se convirtió en una sucesión de episodios retransmitidos en directo que muchos calificaron de provocadores. Las quejas iban desde comportamientos ruidosos en espacios públicos hasta actitudes que contravenían las leyes y costumbres niponas, donde la discreción y el respeto a los demás son valores fundamentales.
El punto más álgido de la polémica ocurrió en el metro de Fukuoka, cuando Kelton actuó con hostilidad ante un hombre mayor japonés que, según testigos, le pidió en japonés que dejara de hacer ruido. En Japón, el silencio en el transporte público es una norma básica de convivencia. Además, el streamer ocupaba un asiento reservado para personas mayores, embarazadas o con movilidad reducida.
La situación escaló cuando, en medio de la discusión, Kelton empujó en dos ocasiones al anciano, un gesto que fue captado en directo y rápidamente se viralizó en redes sociales japonesas, donde su actitud fue considerada una falta de respeto imperdonable.
Disculpas y justificaciones
Tras el estallido de las críticas, Kelton publicó un mensaje en Instagram en el que pidió disculpas, aunque intentó matizar lo ocurrido.
“Admito que mi comportamiento no fue el más correcto y me disculpo, pero prometo que fue para defenderme de la constante intimidación que recibía”, explicó el creador de contenido, asegurando que el hombre mayor habría intentado golpearlo hasta en tres ocasiones.
Kelton también destacó la hospitalidad japonesa y afirmó que su reacción fue “defensiva” y nunca con la intención de lastimar.
Reacciones en Japón y debate cultural
Las disculpas no frenaron el aluvión de críticas. Usuarios japoneses recordaron que está prohibido realizar transmisiones en directo en los trenes y reprocharon al español su falta de respeto a las normas.
“En Japón no se permite hacer directos en el tren. Este caballero solo le pidió que respetara las reglas”, comentó una usuaria en X. Otros internautas extranjeros coincidieron en que el problema no era el idioma ni el desconocimiento, sino “una cuestión básica de respeto”.
El caso también abrió un debate más profundo sobre la interacción entre extranjeros y la sociedad japonesa. Muchos comentarios en redes reflejaron el honne, el pensamiento interno japonés que rara vez se expresa en público, señalando que el vídeo representaba un claro ejemplo de meiwaku (conducta que causa molestias a los demás). Para muchos japoneses, la reacción de condena no fue “odio”, sino una respuesta apropiada ante una falta de consideración.
El incidente de Kelton ha reavivado el debate sobre el turismo invasivo y los límites de los retos virales. Lo que empezó como una aventura para ganar audiencia terminó convertido en un símbolo de las tensiones entre los visitantes en busca de espectáculo y una cultura que valora el respeto, el orden y la discreción.
Japón, conocido por su hospitalidad, envía así un mensaje claro: la viralidad nunca puede estar por encima de las normas de convivencia.