
La plataforma de distribución de videojuegos Steam ha retirado de su catálogo el controvertido videojuego No Mercy, tras recibir una avalancha de críticas por parte de usuarios, organizaciones de derechos humanos y autoridades gubernamentales. El título, publicado a finales de marzo por el estudio Zerat Games, permitía a los jugadores encarnar a un hombre que agrede sexualmente a las mujeres de su familia y “nunca acepta un no por respuesta”, según su propia descripción.
El videojuego fue inicialmente retirado en países como Reino Unido, Australia y Canadá. Al acceder desde España, aún pueden verse la portada y algunas imágenes, pero el título ya no está disponible para su compra. Steam, sin embargo, no ha emitido un comunicado oficial explicando la decisión.
La descripción del juego generó rechazo generalizado: “Después de pillar a tu propia madre traicionando a tu padre, descubres la naturaleza de las mujeres (…). Tu objetivo es simple: no dejar ningún coño sin follar, porque eso es lo que todas quieren”, se leía en su página oficial, junto con otras frases que promovían explícitamente la violencia sexual y el incesto.
Reacciones desde la política y la sociedad civil
La ministra del Interior del Reino Unido, Yvette Cooper, calificó el contenido del juego como “repugnante” e ilegal bajo las leyes actuales. Además, reiteró que el Gobierno británico está fortaleciendo su estrategia contra contenidos digitales dañinos con la nueva Ley de Seguridad en Línea, que exigirá a las plataformas tecnológicas mecanismos más estrictos de moderación.
Marie-Claire Isaaman, directora ejecutiva de Women in Games, expresó su profunda preocupación: “Este tipo de juegos convierte a las mujeres en objetivos de violencia. Es inaceptable que una plataforma como Steam permita su publicación”.
El caso también fue denunciado por Farah Naz, activista contra la violencia de género y tía de Zara Aleena, una joven asesinada tras ser agredida sexualmente en Londres en 2022. Naz advirtió sobre los peligros de normalizar discursos de odio y violencia sexual en entornos digitales.
Polémica defensa de los desarrolladores
Pese a la polémica, Zerat Games confirmó este jueves la retirada voluntaria del juego, aunque defendieron su creación alegando que “los fetiches humanos no dañan a nadie” y que el incesto es uno de los términos más buscados en sitios de pornografía. “Sigue siendo solo un juego”, afirmaron, y agregaron que quienes ya lo compraron conservarán el acceso.
Otro punto que generó indignación fue que el título se publicó sin haber pasado por revisión de ningún organismo regulador, y llegó a estar disponible con una clasificación mínima de 12 años, lo que levantó serias dudas sobre los controles de contenido en Steam.
Una petición en Change.org, que ya suma miles de firmas, exige ahora la eliminación total del juego a nivel mundial y mayor regulación para evitar que productos de este tipo vuelvan a ver la luz.