
Monster Hunter Wilds ha experimentado un inesperado resurgimiento en su versión para PC tras el lanzamiento de su segunda gran actualización de contenido el pasado 30 de junio. A pesar de las reseñas “extremadamente negativas” que arrastra en Steam desde su estreno, el juego alcanzó un pico de 133.033 jugadores simultáneos, una cifra diez veces superior a la registrada apenas unos días antes.
Hasta el 27 de junio, el título enfrentaba una fuerte crisis de reputación, con solo un 14 % de reseñas recientes positivas en Steam debido a constantes problemas técnicos que afectaban el rendimiento en diversas configuraciones. Sin embargo, el nuevo parche ha conseguido reavivar el interés de miles de jugadores, motivados por correcciones clave y contenido nostálgico solicitado por la comunidad.
Viejos conocidos y nuevas funciones revitalizan el juego
Entre las principales novedades, destaca el regreso del icónico monstruo Lagiacrus, una criatura muy querida por los fans de la saga, así como la reintroducción del combate bajo el agua, aunque de forma limitada. También se añadieron nuevas decoraciones, armas y ajustes en mecánicas, incluyendo importantes mejoras al uso del martillo.
Además, el parche incorporó funciones pedidas por los jugadores, como la opción de desactivar los efectos brillantes de los buffs y la llegada de Erik como nuevo compañero de campo, cambios que fueron celebrados en comunidades como Reddit por demostrar que Capcom está escuchando a sus usuarios.
A pesar del entusiasmo por los contenidos, los problemas de rendimiento persisten. Numerosos jugadores reportan que, en algunos casos, la actualización incluso ha empeorado la experiencia en ciertas configuraciones. Esta situación ha provocado que, lejos de mejorar, el porcentaje de reseñas positivas recientes haya caído aún más, situándose ahora en un preocupante 12 %.

Una oportunidad que pende de un hilo
El repunte masivo de jugadores demuestra que Monster Hunter Wilds sigue teniendo un fuerte poder de atracción entre su base de fans. No obstante, el entusiasmo generado por el contenido añadido podría diluirse si Capcom no actúa con rapidez para resolver los fallos técnicos que siguen afectando al juego. Por ahora, la comunidad ha dado una segunda oportunidad al título, pero la paciencia no es infinita. Si la desarrolladora no prioriza la estabilidad técnica y la optimización en futuras actualizaciones, este impulso podría ser solo un alivio temporal en una crisis que amenaza con volverse permanente.