
El fenómeno de animación “KPop Demon Hunters” ha marcado un antes y un después en la plataforma de streaming más popular del mundo. Desde su estreno el pasado 20 de junio, la película se convirtió en un verdadero tsunami cultural, alcanzando la cifra récord de 236 millones de visualizaciones, lo que la consagra como la producción más vista en la historia de Netflix.
En Chile, la cinta ha dominado con comodidad el Top 1 del catálogo nacional, manteniéndose por semanas consecutivas en el primer lugar y dejando atrás a producciones como “Caerás”, “Un hombre abandonado” y “La noche siempre llega”. El fenómeno no solo habla del poder del k-pop en el mundo, sino también de su fuerte arraigo en el público latinoamericano, donde la película se ha transformado en un tema recurrente en redes sociales y comunidades de fans.
Netflix, en un comunicado oficial, destacó que el musical animado “se convirtió en la película más popular de la plataforma en la lista de películas en inglés más vistas de todos los tiempos”, superando a “Red Notice”, la comedia de acción protagonizada por Ryan Reynolds, Dwayne “The Rock” Johnson y Gal Gadot, que hasta ahora ostentaba el liderazgo.
La historia, dirigida por Maggie Kang y Chris Appelhans, presenta a un grupo femenino de K-pop que, además de perseguir el éxito musical, debe enfrentarse a monstruos míticos en un universo cargado de acción, colores vibrantes y coreografías que reflejan la estética del pop coreano. Este cruce entre música, fantasía y aventura ha sido clave en la conexión con audiencias diversas, desde fanáticos del anime hasta seguidores del K-pop más tradicional.
Pero el fenómeno no se limita a las pantallas. La canción principal de la película, “Golden”, interpretada por la banda ficticia HUNTR/X, se ha convertido en un éxito global en la industria musical. Según datos de Billboard, el tema superó los 100 millones de reproducciones semanales a nivel internacional, un logro pocas veces alcanzado por canciones vinculadas a una producción animada. En plataformas como Spotify y YouTube, el sencillo no ha dejado de escalar posiciones, consolidándose como un himno entre los fanáticos del género.
Con este doble impacto (en el cine y en la música), “KPop Demon Hunters” confirma que el k-pop es mucho más que un estilo musical, consolidándose como un movimiento cultural de alcance planetario. La producción no solo ha roto récords de audiencia, sino que también ha demostrado el poder de la cultura pop asiática en mercados donde hace una década apenas tenía presencia.
En palabras de analistas de la industria, el éxito de la cinta refleja un cambio profundo en las preferencias de las audiencias globales, que cada vez buscan más historias diversas, estilos híbridos y propuestas que integren música, fantasía y representación cultural.
El fenómeno, que comenzó como una apuesta animada, se ha transformado en un verdadero símbolo de cómo el entretenimiento contemporáneo puede unir mundos distintos y conquistar públicos masivos. Y, al parecer, este récord es solo el comienzo de lo que podría convertirse en una saga duradera.