
Once años después de perder contacto con su primer compañero de aventuras en Minecraft, un jugador descubrió que este había fallecido y decidió honrarlo con una emotiva construcción dentro del mundo virtual que compartieron cuando eran adolescentes.
La historia fue publicada en Reddit por el usuario Aedessia, quien relató que conoció a Vindocte en 2011, justo después de recibir el juego como regalo de cumpleaños. En ese entonces, él tenía 14 años y apenas daba sus primeros pasos en el modo multijugador. Aquel jugador mayor no solo lo integró a su facción, sino que también se preocupó por su seguridad en internet, enseñándole a identificar comportamientos inapropiados, dándole consejos sobre cómo protegerse y compartiendo líneas de ayuda para menores.
“Llego 11 años tarde para presentarle mis respetos”, escribió Aedessia, acompañando su mensaje con imágenes del tributo: una pequeña isla transformada en memorial, con un portal del Nether, una estatua y una armadura con escudo y espada de diamante. Todo fue construido en su servidor privado, como forma de agradecerle por todo lo que hizo por él cuando apenas empezaba a explorar los mundos digitales.
La publicación se volvió viral en pocas horas, acumulando más de 10.000 votos positivos y cientos de mensajes de apoyo. Varios usuarios compartieron historias similares de amistades forjadas en línea y recordaron a personas que marcaron sus vidas a través de los videojuegos. Uno de ellos comentó: “Me imagino todo el bien que habría hecho en el mundo si ya era capaz de ayudar a un niño en Minecraft”.
Para Aedessia, el homenaje fue una forma de agradecer y cerrar un capítulo importante de su vida digital. “Descansa en paz, Vindocte. Sin ti, mi viaje en línea habría sido mucho más peligroso”, concluyó.
La emotiva historia es un recordatorio de que, más allá de la pantalla, las conexiones virtuales pueden dejar huellas imborrables. En un entorno donde la toxicidad online es frecuente, este tributo recuerda que también existen gestos de bondad anónima capaces de cambiar vidas para siempre, incluso en un universo de bloques y píxeles.