
El aclamado director de la franquicia Metal Gear, Hideo Kojima, volvió a dejar su sello personal en Death Stranding 2: On the Beach. Fiel a su estilo, el creativo japonés llenó la secuela de guiños, cameos y referencias que hacen alusión a su propia figura, un auténtico sello de identidad en sus producciones. Sin embargo, el camino para insertar estos famosos easter eggs no fue tan sencillo como cabría esperar.
En una reciente entrevista con el medio nipón GameSpark, recogida por VGC, Kojima reveló que tuvo que encargarse personalmente de colocar estas referencias dentro del juego. Al parecer, cuando pedía a su equipo que las implementara, sus colaboradores fingían no comprenderle o “no saber nada” al respecto, obligándole a intervenir directamente para asegurar que sus “huevos de pascua” no faltaran. El propio director relató la anécdota entre risas, reconociendo que llegó a decirles “¡Por favor, hacedlo!”, pero nadie se hizo cargo.
Kojima explicó además que, sin entrar en demasiados detalles, existe un easter egg escondido en el cielo estrellado del juego que podría desconcertar a más de un jugador, invitando así a la comunidad a descubrirlo por su cuenta.
Los fans de las obras de Kojima están acostumbrados a este tipo de autorreferencias. En el primer Death Stranding ya era posible ver al creador nipón a modo de holograma o incluso en una pequeña cinemática si el jugador miraba los pies de Sam Porter Bridges. También hizo apariciones estelares en títulos anteriores de la saga Metal Gear, como The Phantom Pain, donde podía ser rescatado en una misión secundaria, o incluso fuera de sus propias producciones, apareciendo en Cyberpunk 2077 como cliente de un bar, y en Control de Remedy interpretando al Dr. Yoshimi Tokui.
Más allá de estas curiosidades, Death Stranding 2 se ha convertido en uno de los lanzamientos más comentados del año, no solo por la particular visión de Kojima, sino también por su impresionante nivel técnico. Gracias a una versión optimizada del motor gráfico Decima Engine (el mismo que da vida a títulos como Horizon: Forbidden West), el juego sorprende con entornos detallados, tiempos de carga casi inexistentes y un apartado visual que ha dejado boquiabiertos a los jugadores de PS5.
Sin duda, la secuela vuelve a demostrar que Kojima sigue siendo un referente en la industria, capaz de generar conversación no solo por sus mecánicas innovadoras o su estilo narrativo cinematográfico, sino también por ese sello personal que siempre termina colándose, a veces incluso de su propia mano.