
La fiscal general de Luisiana, Liz Murrill, presentó el 14 de agosto una demanda contra la popular plataforma de videojuegos en línea Roblox, acusándola de no implementar medidas básicas de protección infantil y favorecer, de manera indirecta, la explotación y el abuso de menores. Tras conocerse el litigio, las acciones de la compañía cayeron hasta un 10 % en Wall Street, según reportaron The Washington Post, AP News y MarketWatch.
De acuerdo con la demanda, Roblox carece de controles esenciales como verificación de edad o consentimiento parental, lo que permitiría a depredadores sexuales infiltrarse en el entorno digital haciéndose pasar por niños, incluso mediante el uso de tecnologías de alteración de voz. Murrill fue tajante al advertir que la plataforma prioriza sus beneficios por sobre la seguridad: “es el lugar perfecto para pedófilos”.
El documento judicial incluye ejemplos preocupantes, como la disponibilidad de experiencias explícitas con títulos como Escape to Epstein Island, Diddy Party o Public Bathroom Simulator Vibe. Además, se cita el caso de un sospechoso detenido en Luisiana que utilizaba Roblox para hacerse pasar por una adolescente y contactar a menores.
En respuesta, la empresa negó las acusaciones y defendió sus políticas de seguridad. Aseguró contar con restricciones de chat, moderación humana 24/7, sistemas automatizados y nuevas herramientas impulsadas por inteligencia artificial, entre ellas Sentinel, un sistema que habría generado más de 1.200 alertas tempranas de posibles casos de explotación infantil.
Sin embargo, la fiscalía busca una orden judicial permanente que prohíba a Roblox afirmar que posee medidas de protección adecuadas, además de sanciones bajo la Ley estatal de Prácticas Comerciales Injustas.
El caso se suma a un escenario de creciente presión legal y social sobre Roblox. A la acción de Luisiana se añaden demandas similares en otros estados, mientras legisladores como Ro Khanna han instado públicamente a exigir mayores garantías de seguridad para los menores que utilizan la plataforma