
El miércoles 4 de junio, la empresa estatal chilena Desarrollo País y Google firmaron un contrato histórico para construir el primer cable submarino de fibra óptica que cruzará el Pacífico Sur, el proyecto busca conectar Sudamérica con Asia y Oceanía, marcando un hito en la infraestructura digital del continente.
Este nuevo cable ha sido denominado Humboldt y unirá la ciudad de Valparaíso, Chile, con Sídney, Australia. Tendrá una longitud aproximada de 14.800 kilómetros, una vida útil de 25 años, y una capacidad de transmisión de 144 terabytes por segundo.
La visión detrás del Cable Humboldt es posicionar a Chile como un hub digital para Sudamérica, fortaleciendo su rol en la conectividad global, esta conexión directa con Oceanía no solo mejorará la latencia y calidad de las comunicaciones, sino que también abrirá nuevas oportunidades en los mercados digitales asiáticos.
La resiliencia es otro aspecto clave del proyecto. El ministro de Transportes y Telecomunicaciones, Juan Carlos Muñoz, destacó que, pese a tener uno de los servicios de internet más rápidos de la región, Chile es vulnerable a fenómenos naturales como terremotos y deslizamientos submarinos, por lo que es necesario diversificar las rutas de conexión para garantizar la estabilidad del sistema.
Por su parte, Cristian Ramos, director de Infraestructura de Telecomunicaciones de Google para Latinoamérica, subrayó que este cable no solo traerá inversión al sector digital, sino que beneficiará a áreas clave como la minería y la astronomía. Este último punto es particularmente relevante para Chile, que alberga algunos de los principales observatorios astronómicos del mundo y que, gracias a esta nueva infraestructura, podrá transmitir y procesar grandes volúmenes de datos con mayor eficiencia.