
En un esfuerzo por asegurar que el desarrollo y uso de la Inteligencia Artificial (IA) en Chile se lleve a cabo de manera ética y responsable, el Gobierno del Presidente Gabriel Boric presentó el 7 de mayo de 2024 el proyecto de Ley que regula estos sistemas tecnológicos (Boletín 16821-19). Esta iniciativa, que se encuentra actualmente en su primer trámite legislativo en la Comisión de Futuro, Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de la Cámara de Diputados, establece un marco legal para asegurar que el desarrollo de la IA respete los derechos fundamentales de las personas, fomente la innovación y permita a Chile competir en el ámbito internacional.
¿En qué consiste el proyecto de Ley?
El objetivo principal de esta Ley es regular el uso de la Inteligencia Artificial (IA) en Chile, garantizando que se respete la dignidad, la libertad y la igualdad de todos los ciudadanos. Para ello, la Ley se enfoca en crear un marco normativo que permita a las empresas, en particular las pequeñas y medianas, desarrollar nuevas soluciones tecnológicas en un entorno regulado y con reglas claras. Esto se traducirá en un entorno propicio para la innovación, mientras se protege a la ciudadanía de los posibles riesgos derivados del uso de sistemas automáticos en procesos tan sensibles como la toma de decisiones financieras, laborales o de salud.
Entre los puntos clave del proyecto, se destacan los siguientes:
Protección de Derechos Fundamentales: El proyecto establece que las decisiones importantes que afecten a las personas, como la denegación de un crédito o la determinación de un empleo, deberán ser explicadas de manera clara y transparente si son tomadas por sistemas de IA. Además, se asegura que los datos personales de los usuarios estén protegidos y se utilicen solo con el consentimiento adecuado.
Fomento a la Innovación y Competitividad: La Ley no busca frenar el desarrollo tecnológico, sino impulsarlo, creando condiciones favorables para que las empresas desarrollen nuevas tecnologías con IA en un entorno regulado. Este marco legal proporcionará certeza jurídica tanto a los desarrolladores como a los usuarios, permitiendo a las empresas chilenas competir a nivel global al alinearse con estándares internacionales en cuanto a ética, transparencia y responsabilidad.
Responsabilidad y Supervisión: En caso de que un sistema de IA cometa un error grave, la responsabilidad recaerá sobre las empresas o entidades que lo hayan desarrollado o implementado. A su vez, se establece que la Agencia de Protección de Datos Personales será la encargada de fiscalizar el cumplimiento de la Ley, en especial cuando los derechos de las personas puedan verse comprometidos.
No Discriminación: La Ley prohíbe que los algoritmos de IA discriminen a las personas por su género, origen, edad, orientación sexual o cualquier otro factor que atente contra la igualdad de derechos y oportunidades.
Clasificación por Nivel de Riesgo: El proyecto de Ley introduce un sistema de clasificación por niveles de riesgo, determinado por un Consejo Asesor Técnico. Los sistemas de IA serán clasificados en cuatro niveles, dependiendo del impacto que puedan tener en la sociedad, lo que permitirá aplicar regulaciones diferenciadas según el riesgo asociado.
La importancia del proyecto
El proyecto de Ley de Inteligencia Artificial no solo tiene un impacto en la regulación de una tecnología emergente, sino que también representa un compromiso con el desarrollo sostenible, inclusivo y ético en el país. A través de este proyecto, Chile se posiciona como un líder regional en la creación de un marco legal que equilibre el avance tecnológico con el respeto por los derechos humanos.
Esta regulación tiene el potencial de generar un ecosistema de innovación más seguro y confiable, permitiendo a las empresas chilenas utilizar la IA de manera ética, mientras se protege a los consumidores y ciudadanos de posibles abusos o riesgos derivados de decisiones automatizadas. Además, al alinearse con estándares internacionales, Chile facilitará la exportación de soluciones tecnológicas basadas en IA, promoviendo la competitividad en el mercado global.
Un proceso participativo y colaborativo
El proyecto ha sido construido de manera colaborativa, integrando aportes de múltiples actores, incluidos expertos en IA, la industria, la academia y la sociedad civil. Asimismo, se han considerado los principios de organizaciones internacionales como la Unesco y la OCDE, lo que garantiza que la regulación sea coherente con los avances globales en ética y gobernanza de la IA.
¿Cómo afectará esta Ley a la ciudadanía?
Este proyecto de Ley tendrá un impacto directo en la vida diaria de los chilenos. Cuando se implemente, los ciudadanos podrán exigir explicaciones claras sobre decisiones tomadas por sistemas automáticos que les afecten, como la aprobación o rechazo de un crédito. Además, se asegurará que los datos personales utilizados por la IA se manejen con el consentimiento adecuado, protegiendo la privacidad de las personas.
También se aumentará la transparencia en el uso de la IA. Las empresas deberán garantizar que sus sistemas sean claros y estén alineados con principios éticos, lo que ayudará a evitar decisiones injustas o discriminatorias.
Esta Ley pretende marcar el comienzo de un camino hacia un uso más ético y responsable de la inteligencia artificial en Chile, brindando confianza tanto a los desarrolladores como a los usuarios. Con un enfoque basado en los riesgos que puede generar la tecnología y alineado con los estándares internacionales, Chile busca no solo regular una tecnología emergente, sino también crear un modelo que combine innovación con la protección de los derechos. De esta forma, el país se posiciona como un líder global en la gobernanza de la IA.
En resumen, este proyecto es un paso clave hacia un futuro donde el desarrollo tecnológico no solo sea rápido, sino también responsable, asegurando que los beneficios de la IA lleguen a todos los sectores de la sociedad de manera justa y equitativa.