
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) incluyó en el Paquete Económico 2026 una propuesta de gravar con un 8 % adicional de IEPS a los videojuegos con contenido violento, tanto en formato físico como en servicios digitales o descargas.
La medida fue entregada el pasado martes 8 de septiembre a la Cámara de Diputados y forma parte del capítulo de “impuestos saludables”, orientado a desincentivar el consumo de productos considerados nocivos para la salud física o mental. De aprobarse, el nuevo gravamen entraría en vigor el 1 de enero de 2026.
De acuerdo con Hacienda, “estudios recientes han encontrado una relación entre el uso de videojuegos de naturaleza violenta y un nivel más alto de agresión entre adolescentes”, así como efectos secundarios como aislamiento y ansiedad.
La presidenta Claudia Sheinbaum, en su conferencia matutina del 9 de septiembre, aseguró que la propuesta “no es una prohibición, sino una medida preventiva”, que busca incentivar la supervisión parental sobre el tipo de contenidos que consumen los menores.
Aunque no existe una lista oficial, el impuesto se aplicaría principalmente a los títulos clasificados como C y D en el Sistema Mexicano de Equivalencia de Clasificación de Contenidos de Videojuegos (SMECCV), equivalentes a “Mature” (M) y “Adults Only” (AO) en la escala ESRB. Entre los juegos que podrían verse afectados se encuentran Grand Theft Auto V, Call of Duty, Red Dead Redemption y Borderlands, entre otros.
Mecanismo de aplicación
Hacienda prevé reglas específicas para plataformas digitales:
- Registro ante el SAT y designación de representante legal.
- Retención y reporte del impuesto
- En caso de suscripciones mixtas, si no se separa el costo de los juegos violentos, se presumirá que el 70 % del monto corresponde a este tipo de contenidos y sobre esa base se aplicará el IEPS.
La SHCP estima una recaudación cercana a los 183 millones de pesos en 2026 por este concepto. En el bolsillo del consumidor, un videojuego con precio de 1 200 pesos pasaría a costar alrededor de 1 300 pesos, mientras que uno de 1 000 pesos subiría unos 80 pesos.
La propuesta será discutida en el Congreso durante el análisis del Paquete Económico 2026. De aprobarse, México se convertiría en uno de los pocos países que aplican un impuesto especial a videojuegos por su contenido violento.